Estudié Ciencias Políticas porqué quería cambiar el mundo. Soñaba con acabar con el hambre y las guerras en el mundo, y con promover la educación, la salud y la libertad. Mis estudios me parecieron fascinantes, me encantaba leer y debatir los temas internacionales de actualidad, y encontraba muchas posibilidades para lograr cambios significativos en el mundo. Mi carrera me pareció interesante sobre todo por ser tan amplia, aprendimos sobre derecho, filosofía, estadísticas, historia, asuntos de actualidad, sociología, geopolítica y muchos temas más que nos ofrecieron una perspectiva real de lo que sucede en el mundo.
Sin embargo, después de graduarme, y de una breve incursión en el Ministerio de Relaciones Exteriores de mi país, me pareció evidente que mis habilidades más fuertes eran los diferentes idiomas que hablo. Mis competencias en comunicación multilingüe eran muy apreciados y necesitados en todos los lugares que visitaba, y comprendí que podía utilizarlos para perseguir mi sueño original, y lograr hacer un verdadero impacto en los temas que más me importaban.